Cómo superar tu miedo a las aguas profundas

Autor: Florence Bailey
Fecha De Creación: 27 Marcha 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Contenido

El miedo al agua es una de las fobias más comunes. Puede parecer imposible superar este miedo, pero no lo es. Con el esfuerzo y el tiempo que le queda, puede aprender a sentirse más relajado con el agua de cualquier profundidad. Para lidiar con este miedo, debe prepararse psicológicamente, hacer ciertos ejercicios y buscar la ayuda de un terapeuta si es necesario.

Pasos

Método 1 de 4: preparación psicológica

  1. 1 Reconoce el hecho de que le tienes miedo al agua. Muchas personas que tienen esta fobia se sienten avergonzadas o avergonzadas debido a su miedo. Hacen todo lo posible por no hablar ni pensar en ello. Sin embargo, reconocer el miedo es el primer paso para superarlo.
  2. 2 Trate de pensar más ampliamente. El miedo al agua es una fobia común. Millones de personas le temen al agua.Todas las personas tienen diferentes actitudes hacia el agua, y solo unas pocas se sienten completamente cómodas cuando hay una gran profundidad debajo de ellas. No tienes nada de qué avergonzarte.
    • Los estudios han encontrado que aproximadamente la mitad de la población adulta de EE. UU. Tiene miedo a la profundidad.
  3. 3 Determina la causa del miedo. Antes de intentar sumergirse en el agua, recuerde cuando se dio cuenta de que le tiene miedo a la profundidad. ¿El miedo fue provocado por un evento o una persona? Si puede identificar la causa del miedo, le resultará más fácil comprenderlo y superarlo.
    • Quizás tu padre tenía miedo a las aguas profundas y te transmitió este miedo. Quizás una vez volcó en el bote y esto causó pánico. Si comprendes que el miedo tiene motivos, dejarás de percibirlo como un sentimiento irracional, y te será más fácil lidiar con él.

Método 2 de 4: contacto con el agua

  1. 1 Elija un cuerpo de agua o una piscina tranquila y apacible. Si le tiene miedo al agua, no empiece por el océano y las grandes olas. Diríjase a una piscina donde se controlan la temperatura, la profundidad y el flujo de agua.
    • Debe limitarse el número de posibles factores que provocan malestar (por ejemplo, baja temperatura del agua y gran número de observadores). Elija un lugar donde se sienta cómodo sin tener en cuenta el miedo a la profundidad.
    • Es mejor si el agua es clara para que pueda ver el fondo. El agua oscura o turbia puede aumentar su miedo.
    • Si prefiere un cuerpo de agua natural, elija un lago o cala tranquila. Es mejor buscar un lugar con un fondo poco profundo para que pueda entrar al agua lentamente.
  2. 2 Pídale a alguien de su confianza que le haga compañía. Si se avergüenza de su miedo, busque la ayuda de un entrenador de natación profesional o un salvavidas que conozca las reglas de seguridad en el agua y sepa cómo trabajar con personas que le temen al agua. Si esto no es posible, pida la ayuda de una persona responsable que estará dispuesta a ayudar sin ridiculizarlo ni obligarlo a hacer lo que no desea.
    • Para su tranquilidad, solicite el apoyo de un nadador experimentado que se sienta cómodo en el agua.
  3. 3 Empiece a entrar gradualmente en el agua. Detente si sientes miedo. Vaya lo más lejos posible y observe el momento en que se asustó. Si está muy asustado, deténgase, respire profundamente un par de veces y solo luego camine de regreso.
  4. 4 Intenta ir un poco más lejos. Da un paso a la vez. Intente caminar en círculos: comience en aguas poco profundas y aumente gradualmente el radio del círculo para que con cada nuevo círculo pueda ir un poco más lejos.
    • No te apures. Algunos pueden acostumbrarse a grandes profundidades en un par de horas, mientras que a otros les resulta más difícil: primero llegan hasta las rodillas, al día siguiente, hasta la cintura, y así sucesivamente.
    • Recuerde que usted tiene el control del proceso. Es importante tratar de ir un poco más lejos, pero no tiene que esforzarse si siente que las cosas se están saliendo de control.
    • Si es posible, concéntrese en las sensaciones agradables del agua, como cómo el agua toca la piel y envuelve el cuerpo. Esto le permitirá dejar de pensar en la sensación de miedo.
  5. 5 Recuerda respirar. Si puede respirar lenta y tranquilamente, le resultará más fácil detener el pánico y otras reacciones instintivas del cuerpo. Continúe caminando en círculos, inhalando profundamente contando 5 y exhalando contando 7.

Método 3 de 4: Ampliación de su zona de confort

  1. 1 Pon tu cabeza bajo el agua. Esta es una de las acciones más difíciles para quienes le temen al agua. Intente sumergirse lentamente a poca profundidad. Una vez que se acostumbre a la sensación del agua por encima de su cabeza, le resultará más fácil bucear en lugares profundos.
    • Métete en el agua hasta que el agua empiece a llegar a tu cintura. Esto le permitirá agacharse y sumergir la cara en el agua.
    • Primero rocía agua en tu rostro para acostumbrarte a la sensación y la temperatura. Luego contenga la respiración e inclínese hacia adelante para que sus labios toquen el agua.
    • Cuando puedas soportar esto fácilmente, inclínate aún más para que tu barbilla y tus labios queden bajo el agua.Respire profundamente por la nariz y recuerde que puede respirar incluso con la boca bajo el agua.
    • Una vez que se sienta cómodo, contenga la respiración y sumerja la nariz en el agua durante unos segundos. Luego, enderezarse y respirar normalmente. El agua puede entrar por la nariz, pero no irá más allá de los senos nasales (que es la única forma en que el agua puede dañar).
    • Finalmente, intente sumergir la cabeza completamente en agua durante unos segundos mientras contiene la respiración. Recuerda que el agua puede entrar en tus oídos, pero no te hará daño porque los tímpanos son una obstrucción.
  2. 2 Intenta hacer burbujas. Este ejercicio le ayudará a comprender que puede respirar bajo el agua sin que entre agua en los pulmones a través de la nariz o la boca. Gracias a esto, te sentirás más cómodo bajo el agua a una profundidad y aprenderás el comportamiento correcto en el agua.
    • Primero, métete en el agua hasta la cintura. Inclínese hacia adelante para que su boca esté directamente sobre la superficie del agua. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Repita varias veces, prestando atención a cómo se mueve el agua bajo la influencia de su respiración.
    • Luego sumerja la boca en el agua y mantenga la nariz fuera del agua. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Se forman burbujas en el agua debido al movimiento del aire.
    • Respire profundamente, baje la nariz debajo del agua y libere el aire por la nariz. Cuando se acabe el aire, levántese y respire normalmente.
    • Respire hondo y contenga la respiración. Intente sumergir toda la cabeza bajo el agua y haga burbujas por la nariz y la boca. Cuando se acabe el aire, levántese y respire normalmente.
  3. 3 Intentalo acostarse en el agua. Comprender que el agua puede mantener su cuerpo a flote le ayudará a deshacerse del miedo a la profundidad. Si aún no sabe cómo tumbarse en el agua, pídale a alguien que le ayude a aprender esta habilidad en un entorno seguro y controlado.
    • Dado que la respuesta natural del cuerpo al miedo es encoger o bajar las piernas, puede ser difícil mantenerse a flote al principio. Pídale a alguien que tire suavemente de sus brazos en el agua para que pueda estirarse boca arriba y relajarse.
    • También puede pedirle a un ayudante que lo apoye con los brazos debajo de la espalda.
    • Cuando aprenda a flotar con la ayuda de un asistente, pídale que lo deje ir y que intente acostarse en el agua por su cuenta el mayor tiempo posible. Si tiene éxito, intente recostarse en el agua y mantenerse a flote por un tiempo por su cuenta.
  4. 4 Nadar donde puedes agarrar el soporte. Si decide intentar nadar por primera vez donde no puede llegar al fondo, elija un lugar donde pueda agarrar el soporte si es necesario.
    • Por ejemplo, puede nadar a lo largo de las líneas divisorias en una piscina profunda. Suelta el soporte de vez en cuando y nada, acuéstate boca arriba o mantente erguido a flote todo el tiempo que puedas. Intente aumentar la duración de estas acciones con cada nuevo intento.
    • Si elige nadar en el lago, trate de permanecer cerca de un bote o balsa estable para poder llegar allí si es necesario.

Método 4 de 4: ayuda de un especialista

  1. 1 Matricularse en clases de natación para adultos. Muchas piscinas tienen cursos especiales para quienes le temen al agua. Estos cursos le serán especialmente útiles, ya que estudiará en un entorno seguro bajo la guía de un profesional experimentado. Además, hacer ejercicio con regularidad lo mantendrá encaminado para lograr su objetivo.
    • Elija cursos diseñados específicamente para adultos. Quizás haya cursos especiales en tu ciudad para aquellos que le tienen miedo al agua. Si no existen tales cursos, tenga en cuenta que, por regla general, las clases de natación para adultos se construyen teniendo en cuenta el posible miedo al agua.
    • Las actividades grupales pueden ayudarlo a compartir sus sentimientos y pensamientos con los demás. Esto les permitirá superar el miedo juntos y no avergonzarse de su fobia.
  2. 2 Busque la ayuda de un terapeuta profesional. Si no puede lidiar con su miedo por su cuenta, o si no puede meterse en el agua en absoluto, busque la ayuda de un psicoterapeuta. El especialista le enseñará cómo controlar el miedo y manejar sus pensamientos, sentimientos y reacciones.
  3. 3 Prueba la terapia de exposición. La terapia de exposición implica confrontar a una persona con una situación atemorizante en pequeñas cantidades para entorpecer la respuesta a un estímulo. Si le tiene miedo al agua, consulte a un especialista que sea competente en técnicas de terapia de exposición.
  4. 4 Prueba la terapia cognitivo-conductual. Encuentra un terapeuta de terapia cognitiva conductual. Un terapeuta le enseñará cómo controlar los pensamientos y sentimientos que le impiden sentirse cómodo con el agua y superar el miedo.

Consejos

  • Tómate tu tiempo y no dejes que la gente te apresure. Necesita ayuda y apoyo, no coacción.

Advertencias

  • No intente superar su miedo saltando al agua y tratando de salir de allí. Este es un método inseguro. Es mucho más beneficioso acostumbrarse gradualmente a las aguas profundas.
  • Evite ver películas que puedan aumentar su miedo (por ejemplo, Titanic, Jaws, High Seas).
  • No nades solo. Tenga en cuenta el clima y las condiciones del agua.