Cómo afrontar con valentía los problemas de la vida

Autor: Marcus Baldwin
Fecha De Creación: 13 Junio 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Contenido

A veces es difícil lidiar con todos los problemas que se han acumulado, y lo último que desea hacer es enfrentarlos cara a cara. Afortunadamente, la resolución y la superación de problemas es un área bien investigada, y existen muchos pasos cognitivos, emocionales y conductuales que se pueden tomar para abordar de manera efectiva y urgente cualquier problema problemático.

Pasos

Parte 1 de 3: Reconocer y abordar el problema

  1. 1 Admita el problema. La tentación de esquivar una pregunta desagradable puede ser grande. Sin embargo, evitar el problema no ayudará a resolverlo. Reconozca mejor su existencia y hágase algunas preguntas al respecto. Por ejemplo, ¿cuáles son las implicaciones de este problema? ¿A quién afecta?
    • Si le parece que no tiene problemas, pero otros dicen lo contrario, intente averiguar si es así.
    • Si le resulta difícil admitir que tiene un problema, probablemente lo esté negando. Por ejemplo, si no quiere admitir que su pariente cercano consume drogas, es probable que esté poniendo excusas por su comportamiento.
    • Sí, a veces la negación puede ser beneficiosa, ya que protege la salud mental, pero al mismo tiempo nos aleja de una solución urgente al problema.
    • De hecho, la evitación a menudo agrava el problema y no proporciona un alivio a largo plazo. Esto solo crea un ciclo continuo de estrés, ya que en el fondo la pregunta desagradable seguirá atormentándote.
    • Sin embargo, a veces un poco de escapismo (escapismo) puede ser útil. ¡Tómese un descanso si se siente fatigado y con exceso de trabajo! Mire un programa de televisión, lea un libro o practique cualquier otro pasatiempo que disfrute. ¡Incluso puedes sumergirte en ti mismo y dejar que tu mente divague!
  2. 2 Evite catastrofizar. La catastrofización implica la presencia de pensamientos irracionales, como exagerar un problema y exagerarlo desproporcionadamente. Por ejemplo, piensa que debido a que perdió un examen en una materia, nunca obtendrá un buen trabajo. Catastrofizar también puede significar un pensamiento categórico (por ejemplo, "O resolveré este problema o mi vida se acabó").
    • Para evitar catastrofismo, marque cuándo lo hace. Para hacer esto, observe sus pensamientos e intente probar su racionalidad.
    • Para realizar un seguimiento de sus pensamientos, recuerde analizarlos y preguntarse: si otra persona tuviera ese pensamiento, ¿lo consideraría razonable?
  3. 3 Piense en el origen del problema. ¿Cuándo la notaste por primera vez? A veces, un aspecto desagradable escapa a nuestra atención durante mucho tiempo.Esto puede ser especialmente cierto si su problema está relacionado con otras personas (por ejemplo, es posible que su hermana haya estado usando drogas durante mucho tiempo antes de que usted se dé cuenta).
    • Si cree que sabe cuándo comenzó el problema, piense en los eventos que sucedieron durante ese tiempo. Quizás sea en ellos donde radica la raíz de tus problemas. Por ejemplo, si su rendimiento escolar comenzó a declinar después de que su padre dejó a su familia, es posible que tenga dificultades para adaptarse a estos cambios de vida.
  4. 4 Pon la situación en perspectiva. Lo más probable es que su problema no sea el fin del mundo: aún puede vivir, pase lo que pase. Cada problema puede resolverse o verse desde un ángulo diferente, y vea que no todo es tan aterrador.
    • Digamos que su problema es que constantemente llega tarde a clase. Para resolverlo, cambie algunos hábitos o conduzca a la escuela.
    • Algunas cosas no se pueden cambiar, como una discapacidad o la muerte de un ser querido, pero puedes aprender a vivir con ello y desarrollarte con éxito con estos insumos. Además, tenga en cuenta que las personas a menudo piensan que los eventos negativos los afectarán por más tiempo de lo que realmente lo hacen.
    • Decir que este no es el fin del mundo no niega la existencia o importancia del problema. Simplemente ayudan a aprender que todos los problemas pueden superarse.
  5. 5 Acepta el desafío. El problema se puede ver desde dos lados: como algo negativo o como una oportunidad para soportar un golpe con honor y estar en tu mejor momento. Por ejemplo, si no aprueba un examen, puede considerarlo un problema grave y deprimirse. O puede aceptar el desafío que se le ha presentado. Una mala calificación indica que necesita trabajar más duro o aplicar nuevas estrategias organizativas y de capacitación para tener éxito. Este problema se puede utilizar como una oportunidad para aprender estas habilidades.
    • Enfrentar los problemas y poder resolverlos te hará una persona más competente, además, comenzarás a empatizar con otras personas que están luchando con sus dificultades.

Parte 2 de 3: Expresa que tienes un problema

  1. 1 Escriba su problema. Pon la situación en papel. Cuando un problema tiene forma de letra y está frente a sus ojos, parecerá más tangible, lo que probablemente lo obligará a abordarlo.
    • Por ejemplo, si su problema no es suficiente dinero, anótelo. También puedes indicar sus consecuencias con el fin de implantarlo en la conciencia y ganar motivación para solucionarlo. La consecuencia de la falta de dinero puede ser una vida en constante estrés y la incapacidad de disfrutar de las cosas deseadas.
    • Si el problema no es muy personal colócalo en un lugar destacado (por ejemplo, en el frigorífico) para que no te olvides de actuar de acuerdo a la situación.
  2. 2 Habla del problema. Comparta los detalles relevantes con alguien en quien confíe, como un amigo, un familiar, un maestro o un padre. Como mínimo, esto ayudará a reducir el estrés. Además, es posible que reciba consejos en los que no había pensado antes.
    • Si va a hablar con alguien que tiene el mismo problema, tenga tacto. Hágale saber que solo desea información para encontrar una salida también.
  3. 3 Acepta tus sentimientos. Los sentimientos pueden ser indicadores de cómo está progresando la solución a un problema. Los sentimientos juegan un papel muy importante, incluso los negativos. Por ejemplo, si está experimentando una intensa frustración o enojo, en lugar de ignorar sus emociones, reconózcalas y aprecie la causa. Al localizar la fuente, es posible que pueda encontrar una solución a su problema.
    • Está bien estar molesto, enojado y ansioso, siempre que comprenda que tal situación no ayudará a la causa. Tendrá que tomar medidas para salir de esta situación. Sin embargo, las emociones pueden ayudarlo a reconocer que tiene un problema y también a indicarle el origen del mismo.
    • Aquí hay algunas cosas que puede hacer para orientarse si se siente molesto: concéntrese en su respiración, cuente hasta 10 (o más si es necesario) y háblese suavemente para calmarse (díganse: "Todo estará bien. "- o:" Relájese "). Intente caminar, trotar o escuchar música relajante.
  4. 4 Acude a un psicólogo. Si su problema está relacionado o afecta su salud mental o bienestar, considere programar una cita con un consejero. Él te ayudará a resolver problemas y resolverlos.
    • Intente encontrar un psicólogo en Internet. Por ejemplo, en algunas ciudades existen centros de asistencia psicológica gratuita a la población.

Parte 3 de 3: Encuentra una solución

  1. 1 Investiga el problema. Muchos problemas son tan comunes que puede encontrar toneladas de información detallada sobre ellos en Internet. Explore varios artículos o foros de discusión. Lo más probable es que pueda encontrar materiales sobre cualquier tema (conductual, financiero, académico u otro tipo).
    • Considere hablar con personas que hayan pasado por experiencias similares o que sean profesionales en el campo relacionado con su problema.
    • Por ejemplo, si su problema es académico, discútalo con su maestro u otro estudiante que ya haya aprobado un examen que le resulte difícil.
    • Si comprende cómo surgen los problemas, podrá resolverlos mejor. Cambiar su enfoque para resolver el problema disminuirá la intensidad de las emociones improductivas (como la culpa y la ansiedad) que obstaculizan sus habilidades y habilidades de afrontamiento.
  2. 2 Busque un especialista. Si su problema está en un área donde un especialista puede ayudarlo, asegúrese de encontrar uno. Por ejemplo, si cree que tiene sobrepeso y quiere perder algunos kilos, puede buscar la ayuda de un dietista o entrenador físico.
    • Asegúrese de contactar solo a un especialista certificado o con licencia en el campo. Una educación y una licencia prueban que la persona tiene las habilidades necesarias para ayudarlo con un problema específico.
    • Algunas personas se hacen pasar deliberadamente por especialistas. Sin embargo, si una persona no tiene documentos que confirmen su conocimiento, vale la pena dudar de sus palabras.
  3. 3 Eche un vistazo a otras personas que han resuelto este problema. Piense en aquellos que se encuentran en una situación similar y cómo la enfrentaron. ¿Podría funcionar lo mismo para ti? Por ejemplo, si está luchando contra la adicción al alcohol, visite una reunión de Alcohólicos Anónimos para conocer las estrategias que las personas que dejaron el alcohol han utilizado con éxito para evitar que se derrumben.
    • Pregúnteles cómo abordaron el problema y cómo lo superaron. Es posible que descubra que ha estado tan preocupado con su problema que la solución obvia se le ha eludido, la cual, sin embargo, no ha escapado a otras personas.
  4. 4 Lluvia de ideas sobre soluciones. Haga una lista de posibles soluciones a su problema. Piense por dónde puede empezar, a quién puede acudir en busca de ayuda y qué recursos necesita. Asegúrese de proponer una variedad de opciones y no las descarte. Simplemente escriba lo que le venga a la mente y luego juzgue si es una buena o mala opción.
    • Estudie la anatomía del problema. Por regla general, el problema no viene solo: tiene consecuencias y afecta a otras áreas de la vida. Piense en qué parte del problema debería abordar primero.
    • Por ejemplo, si su problema es que nunca se va de vacaciones, el subproblema puede ser que le resulte difícil salir del trabajo y ahorrar dinero para pagar el viaje.
    • Trate los subproblemas por separado: trate de comer con menos frecuencia en el café, mientras habla con su jefe sobre su agotamiento emocional y la posibilidad de tomarse una semana libre, y también convéncelo de que será más productivo a largo plazo si él lo permite. que te recuperes.
  5. 5 Evalúe sus soluciones. Hágase algunas preguntas que le ayudarán a determinar qué enfoque es mejor utilizar. Pregúntese:
    • ¿Esta solución realmente resolverá mi problema?
    • ¿Qué tan efectiva es la solución en términos de tiempo y otros recursos que requerirá?
    • ¿Cómo me sentiré si elijo esta solución sobre otra?
    • ¿Cuáles son los costos y beneficios de esta solución?
    • ¿Ha funcionado esta solución para otras personas?
  6. 6 Pon tu plan en acción. Una vez que comprenda lo que quiere hacer y haya reunido sus recursos, aplique la solución elegida y enfrente el problema cara a cara. Si la primera opción no funciona, pruebe el plan B (o cree uno). Lo más importante es seguir adelante hasta que pueda superar con éxito las dificultades.
    • A medida que trabaja en su plan, recompénsese por los pequeños éxitos para que sea más probable que se mantenga encaminado durante los momentos difíciles.
    • Resista la tentación de evitar problemas si los planes no funcionan. Recuerde no ser catastrófico. El hecho de que esta opción no resolviera el problema no significa que no haya otra forma.