Cómo enseñar a los niños a no tener miedo a los vuelos

Autor: Janice Evans
Fecha De Creación: 2 Mes De Julio 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Las vacaciones familiares deben ser divertidas para todos, pero el miedo excesivo de un niño a volar puede arruinar las vacaciones. Las personas de todas las edades tienen miedo a volar, pero a los niños les resulta especialmente difícil superar la ansiedad. Afortunadamente, el miedo se puede superar con una variedad de técnicas que no implican necesariamente tomar medicamentos. Empiece a planificar con anticipación, sea persistente y sea paciente. Gracias a esto, el vuelo y todo el viaje será más placentero para todos ustedes.

Pasos

Método 1 de 3: Cómo preparar a su hijo

  1. 1 Pregúntele a su hijo sobre su miedo. Hablar sobre lo que asusta al niño no aumentará el miedo; este es el primer paso para superar la ansiedad. No interrogue, solo trate de averiguar cuidadosamente por qué y a qué le teme exactamente el niño.
    • La mayoría de las veces, el miedo a volar se reduce a lo siguiente: incapacidad para comprender cómo un avión pesado puede estar en el aire; miedo a los espacios reducidos y la incapacidad de hacer lo que quiera; vuelos fallidos en el pasado o historias de otras personas sobre dichos vuelos; informes de noticias sobre accidentes aéreos, terrorismo aéreo y vuelos fallidos.
    • Para comprender mejor la causa del miedo, intente fundamentarlo y expresar comprensión: "La primera vez que tuve que volar en un avión, tuve miedo de que se cayera. ¿Qué opinas de eso?" Háblame de tu suposición basada en tus observaciones: "Me di cuenta de que no te gustan los lugares abarrotados y estrechos, como en el metro. ¿Es por eso que no quieres volar en avión?" O simplemente invite a su hijo a hablar sobre el próximo viaje: "Dígame cómo se siente acerca del vuelo que estamos a punto de tomar".
    • Cuantos más detalles aprenda, más fácil le resultará encontrar el enfoque correcto.
  2. 2 Dígale a su hijo por qué puede volar un avión. Hay mucha información en todas partes sobre cuán seguros son los vuelos: por ejemplo, según las estadísticas, la parte más peligrosa del vuelo es la carretera al aeropuerto (te será útil leer este artículo). Sin embargo, las estadísticas no serán suficientes para convencer al niño. Mejor explíquele a su hijo por qué el avión puede volar.
    • Compre libros sobre aviones y vuelos para su hijo, modelos de aviones de juguete y encuentre videos de vuelos. Busquen juntos las respuestas a las preguntas del niño. Intente recopilar y comprobar el rendimiento de los modelos de aviones. Si tienes un museo de aviación en la ciudad, ve a ver los aviones y siéntate en la cabina. Deje que su hijo le haga preguntas al personal del museo.
  3. 3 Muéstrele a su hijo cómo vuelan los aviones reales. Desafortunadamente, los tiempos en los que se podía ver el despegue y el aterrizaje desde detrás de una valla a ambos lados del aeropuerto han terminado, pero casi todos los aeropuertos tienen lugares donde se pueden ver aviones.
    • Si su ciudad tiene un aeropuerto o un campo de entrenamiento, vaya allí. Busque un lugar designado para observar los aviones y explíquele a su hijo lo que sucede (incluso dentro del avión) durante el despegue y el aterrizaje. Si puedes hablar con el piloto, mucho mejor.
    • Debido a las restricciones de seguridad, es difícil, pero no imposible, ver el despegue y el aterrizaje de cerca con un niño en un aeropuerto importante.
  4. 4 Hable sobre las personas cuyo trabajo hace que volar sea seguro. Dígale a su hijo que hay varias docenas de personas en cada vuelo cuyo trabajo es garantizar que el vuelo sea seguro. Háblenos de los técnicos y pilotos, y no se olvide del personal de tierra y auxiliares de vuelo.
    • La gran cantidad de trámites que se deben realizar antes del vuelo en el aeropuerto puede asustar a un niño pequeño.Explícale a tu pequeño qué está haciendo el personal de seguridad y cómo el equipo que utiliza ayuda a que los vuelos sean seguros.
  5. 5 Recuerde la importancia de la desensibilización gradual. La ansiedad se puede tratar con la ayuda de la conciencia y la comprensión de los procesos que tienen lugar, especialmente si el niño se acostumbra a todo de forma gradual. Cada una de sus acciones debe ayudar al niño a comprender cómo vuelan los aviones, qué sucede durante el vuelo. Los auxiliares de vuelo también pueden quitarle el miedo a un niño.
    • La desensibilización gradual es un proceso lento que implica acostumbrarse a una situación o circunstancia estresante. Por ejemplo, si una persona le tiene miedo a las abejas, primero puede intentar leer libros sobre ellas o ver un video; entonces será útil para esa persona ir de excursión a un jardín de flores o un invernadero, aprender sobre el papel de las abejas, hablar con un apicultor y observar su trabajo desde una distancia segura. Después de eso, puedes ponerte un disfraz de apicultor y acercarte a las abejas vivas. Si todo sale bien, al final esta persona podrá estar cerca de las abejas incluso sin un traje especial.
    • Comience a preparar a su hijo para el vuelo con anticipación y tómese su tiempo. No posponga todo para el final y no apresure al niño si no ha aprendido algo. Si tiene que ir al museo o al aeropuerto varias veces, este es el camino a seguir. Sabrás que valió la pena cuando llegue el momento de volar.

Método 2 de 3: preparación el día antes de su vuelo

  1. 1 Camine con su hijo a través de todas las etapas del vuelo. Cuando solo queden unos días antes del vuelo, recuerde con su hijo todas las características del vuelo: el tipo de avión y aeropuerto, los sonidos, el embarque del avión y el vuelo en sí. Si un niño no ha volado antes y no sabe qué esperar, puede estar muy molesto.
    • Intente decirle a su hijo tanto como sea posible sobre las colas, mostrar boletos y documentos en el control, encontrar su asiento en el avión, etc. Hable sobre el sonido de un avión en el suelo, la sensación de acelerar en una pista y quitarse el tren de aterrizaje. Diga todas las cosas pequeñas, dividiendo el proceso en partes pequeñas que serán fáciles de aprender.
  2. 2 Supere su propio miedo. Si usted mismo tiene miedo de volar o le preocupa cómo reaccionará el niño a lo que está sucediendo, el bebé sentirá su ansiedad. Pero no intente ser valiente solo por la apariencia; para que el niño pueda soportar el vuelo con calma, debe prepararse para el vuelo con anticipación.
    • Es mejor lidiar con el estrés para mantener la calma y poder pensar con claridad y actuar rápidamente en situaciones inesperadas. Por esta razón, no vale la pena recurrir a sedantes especiales. Lea este artículo sobre cómo superar su miedo a volar. Puede ayudarlo a superar el miedo y ayudar a su hijo a lidiar con las emociones.
    • Algo que le ayude a calmarse también puede funcionar para su hijo. El ejercicio ayuda a controlar el estrés; intente caminar rápidamente por el aeropuerto. Es fácil para los niños enseñar las técnicas especiales de respiración profunda (inhalar, contener la respiración, exhalar). Los ejercicios de meditación y autoconciencia son más difíciles, pero también pueden resultar útiles. También es importante dormir bien por la noche y comer algo saludable antes del vuelo.
  3. 3 Lleve consigo cosas que distraigan y calmen a su hijo. Al igual que con cualquier situación estresante, las cosas familiares y familiares pueden ayudar al niño a lidiar con la ansiedad; lo mantendrán ocupado y lo distraerán de los pensamientos de volar. Ahora no es el momento de quitarle al niño lo que lo protege del mundo exterior. Si tiene algo que llevar a bordo del avión, déjelo que lo lleve.
    • Las películas, la música, los libros, los juegos, los rompecabezas y otras cosas pueden aliviar la ansiedad antes y durante un vuelo. Juegue un juego durante el vuelo: los distraerá a ambos. Además, a nadie le hará daño dormir bien durante la noche (preferiblemente sin sedantes) durante el vuelo.
  4. 4 Cuéntele a los asistentes de vuelo sobre el miedo del niño. Los auxiliares de vuelo saben cómo tranquilizar a los pasajeros que están muy preocupados, incluidos los niños. Tienen que hacer esto con regularidad. Seguramente uno o incluso varios auxiliares de vuelo podrán prestar especial atención a su hijo; saben muy bien que es más fácil prevenir la rabieta de un niño que calmarlo más tarde.
    • No se disculpe por el niño con anticipación. Explique tranquilamente al comienzo del vuelo que su hijo está volando por primera vez, que está interesado en todo y que está nervioso.

Método 3 de 3: Interacción y tratamiento

  1. 1 Descubra la naturaleza de la ansiedad del niño. Los miedos y las preocupaciones son difíciles de entender, especialmente cuando se trata de niños. Las razones de la ansiedad, el tiempo, el lugar y la forma de expresar los sentimientos de un niño no siempre se suman a una imagen completa. Por ejemplo, el miedo a volar puede ser el resultado de la ansiedad asociada no a los aviones, sino a situaciones que acompañan al proceso de vuelo.
    • Si la ansiedad del niño es general y se manifiesta en otras situaciones (por ejemplo, en la escuela, cuando se comunica con otras personas), debe trabajar con ella más profundamente. Hable con su pediatra o psicólogo infantil sobre esto.
  2. 2 Reconoce que el miedo a volar es real. No lo menosprecie ni lo ignore. Decidir descartar los temores de su hijo y esperar que simplemente los superen puede empeorar el problema. No le diga a su hijo que los niños y las niñas grandes no están preocupados por esas tonterías; esto hará que el niño se ponga aún más nervioso. Empatiza con el niño, trata de entenderlo y prepárate para ayudarlo.
    • El miedo no tiene que ser racional para ser considerado un problema real. Reconozca que el miedo del niño existe, incluso si es irracional. No llames estupidez al miedo; es mejor discutir con tu hijo cómo pueden superar el miedo juntos.
  3. 3 Consigue ayuda. Si su hijo ha tenido miedo a volar durante mucho tiempo o mucho, busque la ayuda de un especialista. Busque un terapeuta o psicólogo con experiencia trabajando con fobias infantiles, especialmente el miedo a volar. Trabajar con un psicólogo valdrá la pena el dinero gastado en ello, ya que ayudará al niño a deshacerse del miedo y aliviar la ansiedad.
    • Si su hijo tiene un miedo muy fuerte, hable de esto con el pediatra. Si el médico lo considera oportuno, prescribirá al niño sedantes especiales para niños.
    • Sin embargo, las drogas solo reducen temporalmente los sentimientos de ansiedad y pueden aumentarlos. Es como vendar una herida sin lavar. La mayoría de las veces, se recurre a las drogas solo como último recurso. Pruebe primero con otros métodos para desensibilizar a su hijo al estrés.