Cómo dejar de tomar las bromas en serio

Autor: Florence Bailey
Fecha De Creación: 22 Marcha 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Contenido

¿No es la primera vez que te tomas demasiado en serio las bromas de tus colegas, amigos o compañeros de clase? Con el tiempo, sus relaciones con los demás pueden verse comprometidas por su tendencia a tomar las bromas en serio, especialmente si actúa con arrogancia y trata de arruinar la diversión de las personas. Cuando una persona se toma las bromas en serio, a menudo sugiere que son demasiado serias o demasiado sensibles al humor de los demás. Esto puede deberse a una opinión personal de que no tienes el mismo sentido del humor que otras personas, por lo que eres sensible a sus bromas, o al hecho de que no entiendes cómo reaccionar correctamente ante las bromas. Desarrollar su propio sentido del humor y los chistes puede ayudarlo a relajarse, aliviar el estrés y sentirse más cómodo con los chistes de otras personas. Si el chiste que escuchas no es ofensivo, siempre hay una manera de advertirte que no debes tomarlo en serio, para no privarte de la oportunidad de unirte a la diversión.


Pasos

Parte 1 de 3: Analizar tu sensibilidad a los chistes

  1. 1 Comprende el motivo de tu sensibilidad a los chistes. A menudo, la reacción a una broma se asocia con las asociaciones mentales que surgen en respuesta a ella. Quizás esté interpretando el chiste más en serio de lo que se pretendía originalmente, o simplemente lo malinterpretó. A medida que analiza el chiste, intente comprender por qué se lo toma tan en serio o es tan sensible a él. Esto le permitirá comprender mejor el motivo de su sensibilidad a los chistes individuales y controlarlo.
    • Considere si su interpretación del chiste es realmente realista y correcta. ¿Su comprensión de un chiste se basa en su propia especulación o en una experiencia personal real? ¿La reacción sensible a la broma es causada por experiencias pasadas o por conceptos erróneos sobre las intenciones del bromista?
    • Además, puede intentar encontrar razones para no tomarse la broma en serio y no dar salida a los sentimientos en forma de ira o negatividad. Responder las preguntas anteriores te ayudará a darte cuenta de que una reacción sensible a un chiste en particular no está justificada y más bien tiene que ver con sentimientos y emociones que no tienen nada que ver con el chiste en sí.
  2. 2 Considere si está lidiando con otras emociones, como el estrés y la ansiedad. A veces, puede sentirse abrumado por otras emociones, lo que le dificulta reír o sonreír en respuesta a los chistes de alguien. Esto puede ser estrés y ansiedad debido a fechas límite, compromisos u obstáculos que se aproximan. Debido a esto, simplemente no estás de humor para historias divertidas o comentarios ingeniosos. Como resultado, la broma de otra persona será tomada en serio por usted solo porque su cabeza está completamente llena de sus problemas y hay tantas cosas que hacer frente a usted que simplemente no hay forma de ver las cosas desde el lado positivo.
    • Sin embargo, recuerde que reír y bromear es muy efectivo para aliviar el estrés, especialmente cuando intenta deliberadamente mantener una actitud positiva en una situación difícil o difícil.Si bien sus pensamientos principales pueden ser serios o incluso siniestros, es importante dejarse llevar y reírse incluso de los chistes tontos.
  3. 3 Preste atención a la sensibilidad debido a la incomodidad. En algunas situaciones, una persona se toma un chiste en serio porque se siente incómodo con el tema del chiste o simplemente no entiende de qué reírse. Si una broma le parece ofensiva, debe pensar en por qué la percibe de esa manera y si su reacción se basa en hechos reales (por ejemplo, pueden ser hechos históricos relacionados con una broma racista) o en una experiencia personal (por ejemplo, , sobre la experiencia personal femenina en caso de una broma sexista).
    • No es necesario tener experiencia de primera mano sobre ciertos temas para clasificar un chiste como ofensivo o inapropiado. Muchas veces, si te sientes incómodo con un chiste que parece grosero o incorrecto, eso es suficiente para tomarlo en serio y no reírte de él.
  4. 4 Si la broma te confunde, pide una explicación. Cuando la seriedad de la broma se asocia con un malentendido de las intenciones originales del bromista, puede pedirle que explique qué quiso decir con su broma o por qué bromeaba. Por ejemplo, es posible que escuche una broma de un científico que solo otro científico puede entender. La mayoría de las bromas pierden su intensidad cuando son demasiado exageradas, pero nunca está de más preguntarle a un humorista para obtener más información sobre una broma en particular y para comprender mejor ciertos tipos de bromas en el futuro.

Parte 2 de 3: Aprender a reaccionar ante los chistes

  1. 1 Ponte en la piel de un bromista. Considere la personalidad del bromista y por qué podría contar chistes individuales. Por ejemplo, el padre de un niño podría contarle a un grupo de personas sobre bromas sobre la crianza de los hijos que solo tienen sentido para quienes también son el padre. Esto puede deberse al hecho de que la persona quiere bromear para atraer la atención de otros padres y usted simplemente no comprende su broma, porque aún no ha tenido hijos. Lo mismo se aplica a otras comunidades de personas y personas de otras profesiones, ya que primero debe intentar comprender su punto de vista para comprender completamente su broma específica.
    • A veces también es útil considerar el humor de la persona que hace la broma. Por ejemplo, los chistes de una persona con un sentido del humor tonto pueden ser muy diferentes de los chistes de personas con un humor cáustico e ingenioso. Aprender a ponerse en la piel de un bromista le ayudará a descubrir cómo aceptar un chiste en particular. Muchas veces, los chistes no necesitan tomarse en serio.
  2. 2 Presta atención a cómo reaccionan las personas que te rodean a la broma. Si tiene problemas para identificar el trasfondo de una broma, puede mirar a los que le rodean para ver cómo debe responder a ella. La risa a menudo es contagiosa y comenzará a reír por su cuenta cuando preste atención a las reacciones de otras personas. Evaluar las reacciones de los demás también te permitirá tomar un chiste con menos seriedad, especialmente si a la gente le gusta.
    • Según la investigación, las personas no deciden por sí mismas si reír o no. La risa es a menudo una respuesta automática e inconsciente. Por eso es muy difícil reírse cuando se lo ordena o fingir una risa. Prestando atención a las reacciones de los demás, usted mismo puede reírse de la broma, en lugar de mantener una apariencia seria y reservada.
  3. 3 Aprenda a lanzar líneas ingeniosas en respuesta a los chistes. Para romper el muro de tu propia seriedad, desafíate a ti mismo y comienza a responder a los bromistas con frases o comentarios ingeniosos. Para ello, puedes tomar como base el tema o la idea de un chiste y oponerlo con tu propia afirmación más divertida o interesante.
    • Por ejemplo, su compañero de trabajo puede bromear acerca de cómo su niño pequeño siempre se enoja cuando su papá se va de casa al trabajo.Por tu parte, tienes la oportunidad de responder con una línea sobre lo molesto que está tu perro cuando lo dejas todo el día. Esto es gracioso, porque tu broma se basa en la primera broma e inmediatamente, en contraposición a ella, pinta una imagen divertida en tu cabeza de un perro triste sentado en la puerta cuando vas a trabajar. Esto le permitirá demostrar que no se está tomando en serio la broma de un compañero de trabajo y que está listo para divertirse.
  4. 4 Elimina las bromas de otras personas con ironía propia. La auto-ironía ocurre cuando comienzas a burlarte de ti mismo para hacer sonreír a los demás. También es útil cuando no está seguro de cómo reaccionar ante el chiste de otra persona o se da cuenta de que ha reaccionado de forma exagerada. Este tipo de humor te permite eliminar fácilmente los momentos embarazosos y demostrar que tú también puedes reírte de ti mismo.
    • Use la ironía propia cuando se sienta incómodo, cuando no esté seguro de qué decir o para responder instantáneamente a la broma de alguien. Por ejemplo, su amigo podría bromear sobre lo desesperado que está en un deporte o juego en particular. Lo cual se puede responder con una broma de autocrítica sobre lo desesperado que eres en todo. Esta será una respuesta divertida a tu broma original y probablemente hará reír a tu amigo.

Parte 3 de 3: Desarrollar el sentido del humor y las bromas

  1. 1 Cuenta tus propios chistes. Oblígate a contar chistes y reírte con otras personas para crear una experiencia más divertida. Esto te ayudará a desarrollar una actitud menos seria hacia ti mismo y les mostrará a los demás que no tienes miedo de parecer gracioso.
    • Además, puede buscar buenos chistes en la red y ensayarlos frente al espejo antes de expresarlos en público. También puede probar los chistes primero con amigos cercanos antes de mostrárselos al público en general. Intente hacer sus bromas en el escenario de su bar o pub local en una noche de humor para mostrar sus habilidades a extraños comprensivos.
    • Un buen chiste debe consistir en una descripción de las circunstancias y un clímax. La descripción representa la primera mitad del chiste y generalmente incluye una indicación de la ubicación y las personas clave. El final suele ser solo una oración que hace reír a todos. Por ejemplo, la descripción podría ser: "Un pastor, un mullah y un rabino entraron al bar". El final puede ser el siguiente: "Y el cantinero les pregunta: ¡¿Me están tomando el pelo ?!"
  2. 2 Practica contarle a la gente historias divertidas. Las historias divertidas o las anécdotas pueden ayudarlo a animarse y mostrar su disposición a reír con los demás. Cuente historias divertidas de la misma manera que cuenta chistes. Recuerde elegir el momento adecuado, usar los gestos adecuados y crear narrativa y clímax. Mientras cuenta la historia, mantenga el contacto visual con su audiencia e intente terminar su discurso con la línea que generará más risas.
    • Mantenga sus chistes e historias divertidas breves y al grano. El público tiene un suministro limitado de atención y no debes permitir que la gente pierda interés en ti antes de llegar al clímax.
  3. 3 Mira programas de comedia y películas. Para comprender mejor lo que se considera divertido, comience a ver películas y programas de televisión de comedia. Los cómicos profesionales son muy buenos adivinando el momento, gesticulando y eligiendo chistes apropiados para hacer reír al público.
    • Trate de averiguar qué tipo de comedia le gusta más, por ejemplo, podría ser humor negro, ironía o bufonadas. Después de eso, puede descubrir qué chistes les parecerán divertidos a sus colegas, amigos o familiares en la vida real. Por ejemplo, si responde bien a las bufonadas en el cine o la televisión, entonces puede ser divertido y animado para usted.