Cómo salvar a un perro de la epilepsia

Autor: Ellen Moore
Fecha De Creación: 15 Enero 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Contenido

La epilepsia en perros es una enfermedad grave que crea considerables dificultades para el dueño de un animal enfermo. Un diagnóstico de epilepsia indica que su perro sufre convulsiones de naturaleza neurológica. Las convulsiones son el resultado de una actividad eléctrica excesiva en las neuronas del cerebro. Algunos perros pueden tener una sola convulsión y nunca más, mientras que otros pueden tener convulsiones crónicas. Si su perro tiene convulsiones, es fundamental que consulte a su veterinario. Sin tratamiento veterinario, las convulsiones pueden volverse gradualmente más graves. Hay varias cosas que puede hacer para ayudar a su mascota con epilepsia, como brindar apoyo y asistencia después de las convulsiones y tomar medidas para evitar que las convulsiones vuelvan a ocurrir.

Pasos

Parte 1 de 3: Ayuda con un ataque epiléptico

  1. 1 Calma a tu perro durante una convulsión. El perro se asustará durante y después de la convulsión, por lo que es fundamental que haga todo lo posible para reducir el miedo. Si su mascota sufre convulsiones regulares, puede ser útil examinar los signos de una convulsión inminente para que pueda prepararse para ella. Aquí hay algunos pasos simples que puede seguir para calmar a su perro durante una convulsión.
    • Coloque una almohada debajo de la cabeza de su mascota. Esto ayudará a proteger la cabeza de su perro durante una convulsión.
    • Habla con tu perro en un tono de voz bajo y relajante. Repite las siguientes frases a tu mascota: "Está bien, amigo. Eres un buen perro. Tranquilo, tranquilo, estoy contigo".
    • Acaricia a tu perro con suavidad y suavidad. Puede dejar que su perro se acueste en su regazo o incluso levantarlo si es pequeño.
  2. 2 Mantenga sus manos alejadas de la boca del perro. Es un error pensar que un perro puede tragarse la lengua durante una convulsión, por lo que bajo ninguna circunstancia deben introducirse las manos o los dedos en la boca durante una convulsión. En tal situación, es muy probable que sufra una picadura. Además, no introduzca ningún otro objeto en la boca del perro, ya que la mascota podría romper los dientes o incluso ahogarse con ellos.
  3. 3 Calma a tu perro después de una convulsión. Antes de realizar cualquier otra acción, es importante calmar al perro. Ocasionalmente, la convulsión puede reaparecer si el perro está muy nervioso y / o intenta levantarse antes de recuperarse de la convulsión. Continúe calmando a su mascota y permanezca cerca de él por un tiempo después del ataque.
    • Para ayudar a su perro a relajarse, mantenga la habitación en silencio. Apague la radio y la televisión, y no permita que más de una o dos personas estén en la habitación. También retire el resto de las mascotas de la habitación.
  4. 4 Preste atención a la duración de las convulsiones. Trate de cronometrar el tiempo para saber cuánto duran las convulsiones de su perro. Si tiene un teléfono a mano, filme el episodio. Este registro puede ayudar al veterinario a hacer un diagnóstico y elegir el tratamiento adecuado.
    • Si la convulsión dura más de cinco minutos, busque atención veterinaria de emergencia lo antes posible. Las convulsiones prolongadas pueden sobrecargar los músculos del sistema respiratorio y, por lo tanto, afectar la capacidad respiratoria del perro.

Parte 2 de 3: Brindar atención después de un ataque epiléptico

  1. 1 Enséñale a tu perro al veterinario. Una vez finalizada la convulsión, es importante someter al animal a un veterinario. Este examen incluirá una serie de procedimientos de diagnóstico y pruebas que descartarán otras posibles causas de convulsiones y prescribirán el tratamiento más adecuado para su mascota. Si todas las pruebas y procedimientos de diagnóstico son negativos, es probable que el perro tenga un trastorno convulsivo primario y su veterinario discutirá con usted las opciones de tratamiento.
  2. 2 Pregúntele a su veterinario acerca de los medicamentos. Existen varios medicamentos que pueden reducir la frecuencia y la gravedad de los ataques epilépticos. En la mayoría de los casos, estos medicamentos deben tomarse diariamente durante la vida del animal. Los principales fármacos se enumeran a continuación.
    • Imepitoin ("Pesion")... Es un fármaco nuevo que reemplaza al fenobarbital. Su concentración en la sangre alcanza un nivel terapéutico más rápido que otros medicamentos, suprimiendo rápidamente las convulsiones al restaurar el estado de equilibrio del cerebro.
    • "Fenobarbital"... Este es otro medicamento común que se usa para tratar la epilepsia en perros. También suprime la actividad cerebral excesiva que conduce a convulsiones.
    • Bromuro de potasio... Este compuesto se utiliza cuando la ingesta de fenobarbital provoca problemas de salud en el perro. Una alternativa al bromuro de potasio es el bromuro de sodio. Ambos fármacos pueden reducir la actividad convulsiva del cerebro.
    • "Gabapentina"... Este fármaco antiepiléptico a menudo se combina con otros fármacos para controlar mejor las convulsiones generales.
    • Diazepam... Este medicamento se usa a menudo como sedante en lugar de los medicamentos convencionales para las convulsiones, pero solo debe usarse si las convulsiones son frecuentes y lo suficientemente prolongadas.
    • Fenitoína ("difenina")... Otro fármaco que puede ser más eficaz y tener menos efectos secundarios. Hable con su veterinario sobre la prescripción de este medicamento.
  3. 3 Discuta la sedación de las drogas. Muchos fármacos antiepilépticos tienen un efecto sedante, pero en la mayoría de los casos, los animales se adaptan a este efecto. Además, a veces el uso combinado de ciertos medicamentos puede reducir el efecto sedante si el perro muestra una reacción fuerte al tomar cualquier medicamento.
    • Recuerde que los medicamentos pueden tener un efecto negativo en el hígado y los riñones de su mascota, por lo que cuando se trata de ataques epilépticos recurrentes, debe sopesar los pros y los contras de tomar medicamentos específicos.
  4. 4 Hable con su veterinario sobre el uso de sedantes en situaciones estresantes. Si su perro está muy nervioso, es posible que deba darle sedantes en momentos de estrés. Habla con tu veterinario sobre la sedación intermitente en situaciones estresantes.
    • Es posible que desee darle a su perro un sedante durante las vacaciones, cuando hay fuegos artificiales y fuegos artificiales frecuentes, como el Año Nuevo.
    • También puede darle sedantes a su perro cuando hay muchos invitados en su casa, si los extraños lo estresan.
    • Un perro puede necesitar sedantes incluso en una tormenta para hacer frente a los aterradores truenos y relámpagos.
  5. 5 Controle la condición de su perro. La epilepsia en perros, aunque se puede controlar en la mayoría de los casos, suele ser un problema progresivo. Incluso con medicamentos, algunos perros pueden tener ataques epilépticos intermitentes. Si sus ataques se vuelven más frecuentes o más severos, consulte a su veterinario de inmediato.
    • Tenga en cuenta que las convulsiones epilépticas pueden ocurrir con más frecuencia y volverse más graves en su perro a medida que envejece.

Parte 3 de 3: Aprender información sobre la epilepsia en caninos

  1. 1 Consulte los tipos de epilepsia. Los perros pueden sufrir dos tipos principales de epilepsia: primaria y secundaria.
    • La epilepsia primaria suele afectar a animales jóvenes (hasta los dos años de edad) ya que es un trastorno genético. Sin embargo, a veces la epilepsia primaria se desarrolla más tarde en la vida y también se conoce como epilepsia idiopática.
    • La epilepsia secundaria puede ocurrir a cualquier edad. Este tipo de epilepsia suele ser el resultado de otros problemas del sistema nervioso, como infecciones, enfermedades, lesiones cerebrales, accidentes cerebrovasculares o tumores cerebrales.
  2. 2 Aprenda a distinguir entre convulsiones importantes. Con una convulsión importante, el perro cae hacia un lado, el cuerpo se vuelve rígido y las extremidades convulsionan. El animal puede aullar, salivar, morder y puede orinar o defecar involuntariamente durante un ataque que puede durar de 30 segundos a 2 minutos o más. Tenga en cuenta que no todos los perros tienen convulsiones importantes. Las convulsiones en algunos perros pueden ser menos graves y menos graves.
  3. 3 Aprenda a reconocer una convulsión focal. Algunos perros pueden sufrir ataques epilépticos focales que hacen que se muevan de formas extrañas o realicen actividades repetitivas como acicalarse, caminar en círculos o rodar hacia un lado. Preste atención a cualquier comportamiento inusual que muestre su perro. Si no está seguro de si este comportamiento es una convulsión, consulte con su veterinario. En este caso, la grabación de video del episodio también puede ayudarlo, lo que permitirá al veterinario establecer un diagnóstico preciso.
  4. 4 Preste atención a los síntomas de una convulsión inminente. Antes de un ataque epiléptico, un perro puede sentir que algo anda mal y comenzar a reaccionar. Antes de un ataque epiléptico, puede notar ciertas cosas, por ejemplo:
    • comportamiento pegajoso de las mascotas;
    • caminar constante;
    • gimoteo;
    • vómitos
    • estado de aturdimiento o confusión.

Consejos

  • Busque posibles desencadenantes externos de convulsiones, como pesticidas o productos de limpieza para el hogar.
  • Es muy importante estar con su perro durante las convulsiones. Las convulsiones tienden a asustar a los perros, por lo que es importante calmarlo para que se mejore.
  • Es una buena idea tener a mano una toalla vieja cuando su perro tenga una convulsión. No es raro que un perro desarrolle ciertos signos externos de que está a punto de defecar.
  • Asegúrese de pedirle a su veterinario que le explique en detalle cómo ayudar a su perro durante las convulsiones epilépticas.

Advertencias

  • Una convulsión epiléptica que dura más de 5 minutos puede poner en peligro la vida. Para una convulsión prolongada (más de cinco minutos), llame a su veterinario y siga sus recomendaciones.
  • Nunca abandone un curso de medicación prescrito sin antes discutir sus acciones con su veterinario.