Cómo ser un buen oyente

Autor: Virginia Floyd
Fecha De Creación: 7 Agosto 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Contenido

Si sabe escuchar, podrá ver el mundo a través de los ojos de otras personas. Escuchar enriquece el proceso de aprendizaje y aumenta la tendencia a sentir empatía. También aumenta su contacto con el mundo exterior, ayudándole a mejorar sus habilidades de comunicación. Un buen oyente profundiza en la situación y sabe qué palabras pueden y no pueden usarse. El proceso de escuchar y comprender puede parecer simple, pero estas habilidades requieren un interés y práctica genuinos, especialmente en una situación de conflicto.

Pasos

Parte 1 de 3: Audición adecuada

  1. 1 Ponte en el lugar de la otra persona. La escucha activa está bloqueada por tu pensamiento interno. Por lo tanto, intente mirar el problema desde el punto de vista de otra persona y piense que en este caso encontrará una salida a la situación mucho más rápido.Al ser un buen oyente, también puede convertirse en el mejor amigo de la persona con la que está hablando.
    • Recuerda que tienes dos orejas y una boca. Así que escuche más y hable menos. Es más rentable escuchar que hablar. Mientras escuchas a la otra persona, mírala a los ojos para demostrar que estás interesado (incluso si no estás interesado, hazlo por cortesía). Las personas que saben escuchar son más observadoras y, por lo tanto, tienden a pensar y comprender mejor las cosas. Asegúrese de estar escuchando y no haciendo otra cosa. Concéntrese en su interlocutor y no se distraiga.
    • En lugar de juzgar inmediatamente a su interlocutor o sugerir inmediatamente una solución a un problema, escuche atentamente al interlocutor y observe la situación desde su punto de vista. Esto le ayudará a escuchar verdaderamente a la persona y no formarse su propia opinión prematuramente.
  2. 2 No compares las experiencias de tu interlocutor con las tuyas. No crea que comparar experiencias es una gran técnica para escuchar a otra persona. Si la otra persona te cuenta cómo se enfrentó a la muerte de un ser querido, no le digas: "Esto es exactamente lo que me pasó a mí". Esto puede hacer que suene grosero o insensible, especialmente si está comparando algo realmente serio con sus experiencias menos intensas, como el divorcio de su interlocutor y su relación de tres meses con una novia.
    • No creas que esta es la mejor forma de ser útil a tu interlocutor y valorar correctamente la situación. De hecho, esta es una forma de pensar muy simplificada, demostrando a tu interlocutor que no los estás escuchando en absoluto.
    • No digas mucho "yo" o "yo". De modo que le deja claro al interlocutor que no se está centrando en su situación, sino en usted mismo.
    • Por supuesto, si la persona sabe que usted ha vivido experiencias similares, puede pedirle su opinión. En este caso, dígalo, pero con cuidado, recordando que sus experiencias no son muy similares a las de su interlocutor (de lo contrario, él pensará que solo está tratando de parecer útil).
  3. 3 No intente brindar ayuda instantánea. Algunas personas creen que mientras escuchan al interlocutor, deberían pensar instantáneamente en formas de resolver sus problemas. En cambio, escuche atentamente al interlocutor y luego piense en la solución al problema y dígale, pero solo si su interlocutor realmente necesita su consejo. Si comienza a pensar febrilmente sobre posibles soluciones a los problemas de su interlocutor, entonces no lo está escuchando realmente.
    • Concéntrese en lo que dice la otra persona. Solo entonces puedes intentar ayudarlo.
  4. 4 Empatiza con la otra persona y asiente con la cabeza para demostrar que estás escuchando con atención. Si una persona está esperando su aprobación (esto se puede entender por su voz), diga: "Sí", y si le informan sobre eventos trágicos, puede decir: "¡Dios mío!" Al pronunciar estas palabras, le demuestras al interlocutor que lo estás escuchando con atención. Diga estas palabras en el momento adecuado y en voz baja para no interrumpir a la otra persona. Trate de consolar a la persona si está en problemas. Por otro lado, la mayoría de las personas no quieren que se les compadezca, así que trate de tranquilizar a la otra persona (pero sin ningún tipo de edificación).
  5. 5 Memoriza lo que dice la otra persona. Por ejemplo, si el interlocutor te habla de problemas en las relaciones con su mejor amigo Vladimir y no conoces a esta persona, intenta recordar su nombre. Al mencionar este nombre más adelante, le demostrará al interlocutor que lo ha escuchado con atención y está tratando de comprender la situación. Si no recuerda nombres, detalles o eventos importantes, entonces no estaba escuchando a su interlocutor.
    • Por supuesto, no tienes una memoria fenomenal. Pero si interrumpes constantemente a la otra persona, exigiendo una aclaración, porque olvidaste detalles o nombres importantes, entonces eres un mal oyente.No es necesario que memorice todo, pero tampoco obligue a su interlocutor a repetir lo que ya se ha dicho una y otra vez.
  6. 6 Muestre interés en el seguimiento. Un buen oyente no es el que escuchó la historia del interlocutor y la olvidó de inmediato. Si realmente quieres demostrar que te preocupas, pregúntale a la otra persona sobre su situación la próxima vez que estarán solos, o simplemente llámalos o envía un mensaje. Si la persona se encuentra en una situación difícil (por ejemplo, se divorcia, busca trabajo o incluso se enferma), le complacerá saber lo que piensa de él. Sin embargo, no debe hacer esto si el interlocutor no lo necesita; en este caso, dígale que siempre está ahí y listo para ayudar.
    • Tu interlocutor se sentirá conmovido por el hecho de que recuerdes y pienses en él incluso después de tu conversación. Esto desarrollará sus habilidades para escuchar.
    • Recuerde, existe una línea muy fina entre el interés de seguimiento y la presión. Por ejemplo, si el interlocutor le dijo sobre su deseo de dejar de fumar, no es necesario que le envíe constantemente mensajes preguntándole si renunció o no. Así es como presionas a la persona y creas una situación estresante (en lugar de ayudar).
  7. 7 Sepa lo que no debe hacer. Es tan útil como saber qué hacer. Si desea que la otra persona lo tome en serio y cree que lo respeta, no haga lo siguiente:
    • No interrumpas a la otra persona.
    • No interrogue al interlocutor. En su lugar, haga preguntas con amabilidad en el momento adecuado (cuando la otra persona hace una pausa).
    • No intente cambiar el tema de la conversación.
    • No diga: "Este no es el fin del mundo" o "Te sentirás mejor por la mañana". Por lo tanto, minimiza el problema de la persona, lo que solo empeorará su condición. Mira al interlocutor para demostrarle que estás escuchando y estás interesado.

Parte 2 de 3: Palabras correctas

  1. 1 Calla. Este es el rasgo principal de un buen oyente, ya que la mayoría de las personas no pueden esperar para hablar. Además, muchas personas expresan una falsa simpatía al compartir sus experiencias.
    • Un buen oyente se olvida temporalmente de sus propios deseos y espera pacientemente a que el interlocutor exprese sus pensamientos de la manera habitual.
  2. 2 Tranquilice al interlocutor de su fiabilidad. Si la persona te dice algo muy personal o importante, hazle saber que eres una persona confiable que sabe cómo mantener la boca cerrada. Dígale al interlocutor que puede confiar en usted y todo lo dicho quedará entre ustedes. Si una persona no está segura de si realmente debe confiar en ti, entonces no se abrirá contigo. No obligue a la otra persona a ser honesta con usted, esto lo avergonzará o lo enojará.
    • Por supuesto, si declara que lo que escuchó permanecerá en secreto, hágalo (solo si algo no lo impide, por ejemplo, las palabras del interlocutor sobre la intención de suicidarse). Si usted no es una persona confiable en la que se pueda confiar, nunca será un buen oyente.
  3. 3 Responda a las líneas de la otra persona con comprensión. Durante las pausas en la conversación, es necesario utilizar dos técnicas: "repetir y animar" o "resumir y parafrasear". Esto hará que la conversación fluya sin problemas y aliviará la tensión de la otra persona.
    • Repetición y recompensa. Repita algo de lo anterior y, al mismo tiempo, use la retroalimentación positiva como recompensa. Por ejemplo, podría decir: “Entiendo que no le gusta asumir toda la culpa. Eso tampoco me gustaría ". Esta técnica debe manejarse con cuidado. Utilice técnicas de empatía de vez en cuando como un impulso a la acción. Si simpatizas con la otra persona con demasiada frecuencia, serás percibido como una persona indulgente.
    • Generalización y paráfrasis. Es muy útil resumir lo que escuchaste y reformular las palabras de tu interlocutor a tu manera. Para que pueda convencer al interlocutor de que realmente lo escuchó y entendió el significado de lo que se dijo.También le da a la otra persona la oportunidad de corregir suposiciones falsas y malentendidos entre ustedes.
    • Asegúrese de darle a la otra persona la oportunidad de mejorar. Utilice las siguientes declaraciones: "Puede que esté equivocado, pero ..." u "Objetar si me equivoco". Esta es una técnica muy valiosa si se siente desanimado con una conversación o siente que ya no puede concentrarse en escuchar.
  4. 4 Haga preguntas significativas y viables. Abstente de hacer preguntas, de lo contrario tu interlocutor se pondrá a la defensiva. Utilice preguntas para empujar a la otra persona a encontrar una solución a su problema por su cuenta. Esto ayudará a la otra persona a sacar sus propias conclusiones sin ser subjetivo y sin presionarlo.
    • Una vez que hayas escuchado a la persona con atención, es hora de actuar: reformula tus preguntas. Por ejemplo: “No te gusta asumir la culpa. Pero no puedo entender por qué estás carcomiendo de culpa. Puedes pedirle a la persona que no vuelva a hacer esto ".
    • Esta construcción de la pregunta empujará al interlocutor a responder directamente su malentendido de la situación. Respondiendo a su señal, el interlocutor pasará gradualmente de una respuesta emocional a una conclusión lógica y constructiva.
  5. 5 Espere a que el interlocutor se abra a usted. En el proceso de fomentar una respuesta constructiva, el oyente activo debe mostrar la máxima paciencia y permitir que el interlocutor arroje sus pensamientos, sentimientos e ideas. Como regla general, una conversación de este tipo comienza lentamente y el interlocutor tarda mucho en hablar. Si comienza a hacer preguntas personales importantes demasiado pronto, la persona se cerrará y no compartirá información con usted.
    • Mantenga la calma e imagínese a sí mismo como el orador. A veces ayuda comprender cómo el interlocutor se metió en tal situación.
  6. 6 No interrumpa al interlocutor con sus comentarios sobre lo dicho. Espere el momento en que el propio interlocutor le pida su opinión. La escucha activa requiere que el oyente se olvide de su opinión por un tiempo y espere pacientemente el momento adecuado en la conversación. Cuando se interrumpa la conversación, resuma o exprese suavemente su desacuerdo.
    • Si interrumpe al interlocutor, se sentirá decepcionado y no entenderá lo que le diga. El interlocutor siempre quiere terminar su pensamiento, e interrumpiéndolo, pones al interlocutor en una posición incómoda y lo distraes.
    • Abstenerse de dar consejos. En cambio, déle a la persona la oportunidad de cambiar de opinión y encontrar una salida a la situación por su cuenta. Este comportamiento le da crédito a usted y a la persona con la que está hablando. Dicha comunicación, por regla general, termina con una decisión efectiva, que permite que ambas partes de la conversación comprendan sus intenciones.
  7. 7 Asegúrele a la otra persona que estaba feliz de hablar con él (independientemente del resultado de su conversación). Hágale saber que está listo para seguir discutiendo este tema sin presión de su parte. Además, tranquilice a la otra persona diciéndole que todo lo dicho quedará entre ustedes. Incluso si el interlocutor se encuentra en una situación terrible, no le diga: "Todo saldrá bien", simplemente cálmele ofreciéndole su ayuda.
    • Puede acariciar la mano o la rodilla de la otra persona, abrazarla o hacer algo más para tranquilizarla. Haga lo que sea apropiado en la situación (pero no se exceda).
    • Ofrezca su ayuda a su interlocutor si tiene la oportunidad y el tiempo. Pero no le des a la persona falsas esperanzas. Si la única ayuda que está dispuesto a brindar es su disposición a escuchar a la persona, déjelo en claro. De hecho, esta es una ayuda muy valiosa.
  8. 8 Sea objetivo al dar consejos y no confíe en sus propias experiencias y sentimientos. Piense en lo que es mejor para la persona en esta situación, en lugar de lo que hizo en una situación similar.

Parte 3 de 3: lenguaje corporal correcto

  1. 1 Mire al interlocutor mientras lo escucha. Si el interlocutor sospecha que no estás interesado y que no lo estás escuchando, nunca más se abrirá contigo. Mire a la otra persona a los ojos para demostrar que está absorbiendo cada palabra. Incluso si no está interesado en el tema de conversación, trate de respetar lo que dice su interlocutor y escuche el significado de lo dicho.
    • Concentre su mirada y sus pensamientos en la otra persona y conviértase en un buen oyente. No pienses en lo que estás diciendo, céntrate en las palabras de tu interlocutor (recuerda que se trata de otra persona, no de ti).
  2. 2 Cree un espacio físico y espiritual habilitador. Elimina cualquier distracción y presta toda tu atención a la conversación. Apague todos los dispositivos móviles (incluido su teléfono) y programe una cita donde nadie lo moleste. Cuando estás solo con una persona, necesitas calmarte y sintonizarte para escuchar a tu interlocutor.
    • Elija un lugar que tenga pocas distracciones. Por ejemplo, si está hablando en un café, concéntrese en la persona con la que está hablando y no se distraiga con las personas que entran y salen del café.
    • Si está hablando en un lugar público, como un restaurante o una cafetería, no se siente cerca del televisor encendido. Incluso si elige concentrarse completamente en la otra persona, puede tener la tentación de echar un vistazo rápido a la pantalla del televisor.
  3. 3 Anime a la otra persona con el lenguaje de señas. Un movimiento de cabeza indica que está escuchando lo que se dice y que desea que la conversación continúe. Adoptar la posición y el movimiento del interlocutor (reflexión) lo ayudará a relajarse y abrirse aún más durante la conversación. Intente mirar a la otra persona a los ojos para demostrar su interés en la conversación.
    • Inclinarse hacia el interlocutor; de lo contrario, decidirá que estás ansioso por irte. O, por ejemplo, si cruzas las piernas, estíralas hacia el interlocutor (así muestras que estás interesado).
    • Pero no cruce los brazos sobre el pecho. Esto habla de su cercanía y escepticismo, incluso si de hecho está interesado.
  4. 4 Escuche activamente para demostrar su interés. La escucha activa implica el uso de expresiones faciales y lenguaje corporal; esto se aplica tanto a usted como a su interlocutor.
    • Tus palabras. No debes decir “hmm…”, “comprensible”, “claro” cada cinco segundos, para no molestar al interlocutor. Simplemente comente lo que dijo en el momento adecuado para convencer a la otra persona de que está escuchando con atención. Si su interlocutor realmente significa algo para usted, entonces sin duda centrará su atención y ayudará al interlocutor a comprender sus problemas.
    • La expresión de tu rostro. Intente mostrar interés y hacer contacto visual con la otra persona de vez en cuando. No es necesario que lo avergüence con la mirada, pero trate de expresar amabilidad y voluntad de hablar.
    • Leyendo entre lineas. Esté atento, ya que algunas cosas no se dicen en voz alta. Trate de notar esas líneas que le ayudarán a evaluar los sentimientos reales de la otra persona. Observe su lenguaje corporal y expresiones faciales para recopilar la información que necesita. No puedes simplemente prestar atención a las palabras. Trate de imaginar las emociones que llevaron a esta expresión facial, gestos y tono de voz.
    • Habla al mismo nivel emocional que la otra persona. Sabrá que lo entienden y no necesita repetir lo que se ha dicho.
  5. 5 No espere que la otra persona se abra a usted de inmediato. Sea paciente y escuche sin dar ningún consejo.
    • Trate de repetir lo que dice la otra persona para asegurarse de que lo entiende correctamente y evitar ambigüedades y malentendidos. De modo que dejará claro al interlocutor que lo está escuchando con atención y comprende lo que está diciendo.
    • Considere las circunstancias. Si tiene una persona sensible frente a usted, no la presione.

Consejos

  • Cuanto más difícil se vuelve la conversación, más importante es escuchar atentamente al interlocutor.
  • Si alguien le cuenta sus problemas, no necesariamente quiere que usted los resuelva. A veces, una persona solo necesita hablar.
  • No hace falta repetir lo que se dice como un loro. Esto es muy molesto.
  • Si estás pensando qué decir cuando habla tu interlocutor, no lo estás escuchando. Reduce sus posibilidades de dar buenos consejos.
  • Posponga una conversación importante para más tarde si no está de humor para escuchar. Si no está listo para una conversación, es mejor no iniciar una conversación en absoluto. Si está abrumado por emociones, preocupaciones o impulsos internos que interfieren con el flujo de la conversación, su condición puede llevar a un resultado negativo de la conversación.
  • No se necesitan trivialidades. Evite comentarios como "Mucha gente tiene este problema, así que no se preocupe".
  • Abstenerse de dar consejos.
  • Escuche con atención lo que dice la otra persona.
  • No seas grosero, sé siempre cortés.
  • Incluso si no estás interesado en lo que está hablando tu interlocutor, ¡escúchalo!

Advertencias

  • Si descubre que ha formulado una respuesta incluso antes de que su interlocutor haya terminado de hablar, no lo ha escuchado. Intente esperar hasta que el interlocutor haga una pausa, y solo entonces haga comentarios.
  • Limpia tus pensamientos: saca todo de tu cabeza y empieza de nuevo.
  • Mire a su interlocutor a los ojos; de lo contrario, decidirá que no lo está escuchando.
  • Incluso si la historia que cuenta la otra persona es tan larga que ya no le interesa escucharla, intente escucharla hasta el final. En este caso, el interlocutor te estará muy agradecido.
  • No digas simplemente que sí o asientas con la cabeza, la otra persona pensará que no estás escuchando con atención.
  • Trate de no hablar demasiado, especialmente cuando la persona le está diciendo algo que es extremadamente importante para él. Tu interlocutor está imbuido de confianza en ti, pero si le faltas al respeto o lo escuchas sin atención, el interlocutor decidirá que ya no vale la pena decirte nada; esto puede provocar una ruptura en las relaciones o impedir el establecimiento de amistades. Si el tema es extremadamente importante para el interlocutor, asegúrese de comentar lo que dijo.